La vocación de alquimista de Manolo Jiménez salió de nuevo a relucir en el once inicial. Poulsen y Kanouté se quedaron en el banquillo de inicio. Parecía otra maniobra arriesgada del entrenador sevillista tras el error cometido con Navas en el Bernabéu, pero esta vez el resultado fue distino. Fazio acompañó a Keita en el mediocentro y Renato hizo de mediapunta por detrás de Luis Fabiano.El motor del Sevilla carburó en el centro del campo y marcó una diferencia abismal en caballos por las bandas. Sobre todo por la derecha, con un Navas vertiginoso e inspirado que trajo de cabeza a todo un internacional como Capdevila. La selección española se está perdiendo un jugadorazo como Navas, capaz de desequilibrar en cada internada. Su arranque prodigioso puso el partido cuesta abajo para el Sevilla, que rondó el primero al cuarto de hora con un remate de Capel a pase de Navas que despejó Diego López a córner.
Conexión brasileña y golazo
Nada pudo hacer el meta amarillo cuatro minutos después ante Luis Fabiano, que recibió en velocidad un pase espectacular de Alves desde la zaga para marcar el 1-0 con un remate potente y cruzado.La belleza del envío de Alves resumió el gran partido del brasileño, que ha estado por debajo de su nivel durante gran parte de la temporada. Su asociación con Navas por la derecha tumbó al Villarreal, aspirante inesperado al título de Liga. Los amarillos no dieron la talla el día que debían consolidar su candidatura en una de las plazas más complicadas.La primera parte concluyó con ventaja mínima para el Sevilla pese a que la diferencia entre ambos conjuntos fue significativa. Lo siguio siendo tras el descanso, con un Sevilla poderoso y concentrado que llegaba con veneno a las inmediaciones de Diego López ante un Villarreal timorato, sin presencia en ataque ni empuje. Renato, Jesús Navas y Kanouté rozaron el segundo, que se resistía para desesperación de la parroquia local y de Manolo Jiménez. Pellegrini movió el banquillo buscando soluciones pero no las encontró ni en Cani ni en Matías Fernández. No era la tarde del Villarreal, que desperdició su mejor ocasión en el 73 con un remate desafortunado de Cani en boca de gol.
El Villarreal se arrugó
Fallaron los pistoleros amarillos y también la retaguardia. La gran pareja que forman Gonzalo Rodríguez y Godín sufrió desajustes inusuales en beneficio del Sevilla, que tenía el partido en el bolsillo a la espera de certificar los tres puntos con el gol de la tranquilidad. Keita se tropezó con la portería vacía y la incertidumbre se prolongó hasta que en el 87 apareció otra vez Navas, el mejor de largo en los hispalenses.El canterano remató dentro del área, Diego López rechazo y el balón fue a parar de nuevo a Navas, que cayó derribado por el meta del Villarreal en su salida desesperada. Kanouté no falló en la ejecución y el partido quedó visto para sentencia. Sin embargo, las malas noticias no terminaron para el Villarreal. Capdevila vio la segunda amarilla y se perderá el próximo duelo al igual de Godín, que vió la quinta amarilla en el Pizjuán. La vía de agua que abrió el Sevilla por la derecha y la presión de poder acercarse al líder impidieron al submarino mantenerse a flote.
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