Pepe regresó lesionado de las vacaciones de Navidad y se perdió el partido del día de Reyes contra el Zaragoza. En aquel encuentro Heinze sufrió una rotura fibrilar en el bíceps femoral de la pierna izquierda, que le iba a dejar fuera siete partidos.Encima, al partido siguiente en el Calderón Pepe se rompía el sóleo de la pierna derecha y se perdía otros seis encuentros. La mejor defensa del mundo se iba a la enfermería de Valdebebas.
Empezaban a entrar al once titular jugadores como Salgado o Marcelo, cuya actuación al unísono en el Ruiz de Lopera provocaba que Schuster les pusiera la cruz. Le tocó el turno entonces a Miguel Torres, que tampoco mejoró en nada. Su último partido en Riazor es un buen ejemplo.El último en unirse a la plaga de ausencias ha sido Sergio Ramos. Su presencia en la zaga blanca es sencillamente imprescindible. Como lateral derecho porque, vendido Cicinho, le ocurre como a Van Nistelrooy: no tiene un sustituto de nivel. Además, como es menos propenso a lesionarse que Heinze o Pepe, siempre acaba echando una mano a Cannavaro en el centro de la defensa.
Sin embargo, Ramos lleva casi un mes fuera del equipo y el Madrid lo ha pagado muy caro. Vio una amarilla innecesaria en el Olímpico de Roma y se perdió la vuelta de los octavos de la Champions. El Madrid cayó eliminado. Una semana después fue expulsado en Huelva, le dijo a Iturralde “estás cagao” y le cayeron un par de partidos. Ante el Valencia vuelve al rescate. Por fin la banda derecha del Madrid, que tampoco tiene un centrocampista por ese costado, no será un desierto.
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