El Valencia se embarcó en su camino al título, agarrando su billete para la gran final y castigando a un Barcelona que se despide del dulce copero. Los valencianistas acabaron con el pánico en el cuerpo, pero respirando, al conseguir un premio que calma la temporada tormentosa que se vive en la capital del Turia. El Barça perdió de vista su mejor opción para levantar algún título este año y prolonga su camino bacheado. El K.O en Copa hará daño.
La alta tensión que se respiró en Mestalla reflejó el estado de dos equipos que tuvieron que dejar de lado sus problemas extradeportivos y escenificar sus guiones. El Barça, necesitado ante la adversidad, arrancó con el cuchillo entre los dientes, preparado para mandar. Los culés tiraron de intensidad para asustar a un Valencia que lo tenía más claro que nadie. Los de Koeman apostaron por los recursos que hicieron grande a este equipo hace años. Basándose en una extrema concentración defensiva, los locales esperaron con escudos de los de antes para destrozar a la contra.
El método azulgrana no duró demasiado. Las incongruencias que presentó Rijkaard de salida dañaron a un equipo que acabó quedándose sin huecos en la primera mitad y tocado ante el 2-0 que reflejó el luminoso al descanso. El técnico holandés sigue empeñándose en escorar a Iniesta y no darle los galones de un Barça que necesita la cabeza del manchego. Gudjohnsen volvió a naufragar en un centro del campo estático. Arriba, Bojan, lejos de su hábitat, mostró la insistencia de siempre, observando de cerca el marcaje sin concesiones de Albiol y Marchena a Etoo.
Mata ejerce de verdugo
El Valencia rescató en el centro del campo, superior en personalidad y trabajo, y tiró de los aguijones de Mata y Villa. Baraja se acordó de su mejor versión para, ante las dudas, sacarse un misil desde el borde del área que se coló con violencia por la escuadra de Valdés. El tanto borró las buenas maneras iniciales del Barça y desmelenó a un Valencia que asustaba cerca del área. Al borde del descanso, los 'ché' encontraron premio a su mayor orden y veneno dentro del área.
Villa, más que listo que una defensa azulgrana en la inopia, encontró un tesoro cerca de Valdés y cedió a Mata que, fino y elegante, batió a Víctor por el palo corto. El Valencia explotó sus virtudes, todo lo contrario que un Barça que sobrevivió en la lona gracias a su orgullo final.
Salvavidas 'ché'
Henry entró en liza adentrada la segunda parte. Laouesta en escena del galo varió el esquema del equipo y normalizó el engranaje. Touré se marchó al banquillo, Xavi retrocedió posiciones e Iniesta se puso al mando de las operaciones. El Barça mejoró en el papel, pero su desorden facilitó el trabajo de un Valencia que respondió al minuto de que el Barça recuperase la ilusión.
'Titi' acortó distancias de cabeza, finalizando un gran servicio de Sylvinho desde el costado; pero, la alegría culé no duró ni un minuto. Mata, aprovechando la enésima confusión del Barcelona en defensa, golpeó a los de Rijkaard al suspiro de haberse curado parte de la herida.
Los azulgrana, con su cuerpo copero en el precipicio, tiraron de casta en el desenlace. Etoo rescató oxígeno para los suyos a falta de diez minutos para la 'cremá'. El Valencia, acongojado en los minutos finales, defendió su marco con su guardia pretoriana ante la insistencia de un Barça al que le siguió faltando cabeza para no inutilizar su corazón. Mejuto pitó el final y Valencia respiró. La temporada no se ha acabado para los de la capital del Turia. La final de Copa es un dulce con el que no podrá contar el Barcelona, trastocado tras un varapalo final, sin solución. El futuro culé no se aclara. El 'ninot' azulgrana se abrasó en Mestalla.
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