domingo, 9 de marzo de 2008

El submarino votó hundir al Barç.

Mal partido del Barça que fue incapaz de doblegar a un Villarreal muy sólido. Senna de penalty y Tomasson anularon el gol de Xavi y dejaron al Barça en blanco en el día de las elecciones.



Al Barça se le atragantaron las elecciones. Mientras medio país hacía cábalas sobre quién sería el presidente del gobierno español durante los próximos cuatro años, el Barça recibía al Villarreal con la intención de seguir la estela del líder, el Real Madrid.

Una intención que se quedó en eso porque pronto se vio que la noche sería aciaga. Entre la pobre entrada -52.827 espectadores, la más baja de la temporada-, la ausencia de Messi y la amenaza de lluvia, el Camp Nou se presentó frío.

Sin el calor de la grada, tampoco la controvertida victoria del Madrid ante el Espanyol (con penalty polémico incluido) les sirvió a los de Rijkaard para salir con la intensidad que se le supone a un aspirante a líder. Deco sintió un pinchazo en el calentamiento y fue sustituido por Xavi minutos antes de empezar pero fuera de ese detalle, Rijkaard pudo alinear a un once de garantías, con tridente incluido; Henry, Eto'o y Ronaldinho fueron titulares.

La primera ocasión del partido llegó muy rápido, en el primer minuto. Eto'o se plantó con claridad en el área de Diego López pero su disparo muy centrado no llegó a inquietar al portero.

Fue un espejismo porque el Villarreal demostró enseguida porque es el tercero en la Liga. Compacto en defensa, sin renunciar a tener el balón y llegando al área de Valdés con peligro, el submarino amarillo se mostró capaz de hundir al Barça en todo momento.

Y más cuando Senna adelantó a los de Pellegrini. El internacional español transformó un penalty cometido por Valdés sobre un bullicioso Guille Franco (0-1, 30') en la que fue la jugada clave de la primera parte.

El Barça dominaba sin crear peligro. Y apenas podía contener las salidas de un Villarreal que por momentos incluso se adueñó del balón haciendo bailar a los azulgrana a su antojo.

Una rosca lejana de Henry, una internada atolonsdrada de Zambrotta o las galopadas inertes de Abidal eran las únicas credenciales de un equipo que cada vez vive más de los nombres y menos de los hechos. Ronaldinho sigue espeso y hasta Eto'o se está contagiando de esa desidia de segundón que a veces le sale al Barça.

Tanto es así que solo contabilizamos una buena jugada del equipo en el primer tiempo. Fue un pase de Iniesta, sin duda el mejor blaugrana, culminada con un centro del atleta Abidal y remate de cabeza de Eto'o. Ciertamente, un pobre bagaje para un equipo que pretende enarbolar la bandera del fútbol arte.

TOCADOS Y HUNDIDOS

Si la primera parte fue mala, la segunda confirmó los peores presagios. Iniesta fue el único que levantó a la grada en la primera jugada del segundo tiempo. El canterano se rifó a toda la defensa y forzó un córner.

Incluso parecía que podía haber reacción. Pero el Villarreal volvió a poner en marcha su maquinaria, se cerró con maestría táctica y, con carácter de equipo grande, empujaba hasta llegar al área de Valdés con peligro.

Mientras tanto Xavi -otra vez Xavi- hizo soñar a los culés. Llegando desde atrás, el de Terrassa culminaba otra gran jugada de Iniesta y hacía subir el empate al marcador (1-1, 21'). Como ante Osasuna, la victoria y el milagro parecían posibles.

Pero el Villarreal se encargó de colocar a cada uno en su sitio. El submarino fue aguantando los embistes blaugranas sin inmutarse, esperó su ocasión, aceptó el cuerpo a cuerpo y el festival de tarjetas del engominado Pérez Burrull. Y así se encontró con la jugada clave de la segunda parte: Cazorla se inventa un pase al espacio para Eguren, pase de la muerte y gol de Tomasson (1-2, 80').

Fue el golpe definitivo. Ni la entrada de Bojan y Giovani -seguramente tarde- ni el empuje de Iniesta y Eto'o fueron suficiente argumento esta vez. Ni siquiera Ronaldinho, emulándose a sí mismo en el saque de una falta que envió a la cruceta, lograron maquillar el desastre.

El Villarreal llevaba seis años sin ganar en el Camp Nou y eligió el día de la elecciones para hundir a un Barça que se queda a ocho puntos del Real Madrid.

No hay comentarios: