domingo, 9 de marzo de 2008

El Sevilla sufrió ante el colista

El Sevilla volvió a engancharse a la lucha por los puestos europeos -se queda a dos puntos de la Liga de Campeones- tras imponerse este domingo con muchos apuros al Levante, colista de la categoría.



Llegó el Levante al Sánchez Pizjuán hundido en el último puesto de la tabla, pero con unos buenos números en esta segunda vuelta del torneo liguero, y lo recibió un Sevilla al que aún le escuece mucho la eliminación del pasado miércoles en la Liga de Campeones de la mano del Fenerbahçe turco.

El partido era una reválida para el conjunto valenciano en su intento de no dejar de luchar por salvar la categoría y para el Sevilla, después de las derrotas del sábado del Espanyol y Atlético de Madrid, para volver a engancharse en la pelea por subir a puestos europeos.

Con este planteamiento, sin tiempo a ver como reaccionaría ambas formaciones sobre el terreno, le llegó el balón al delantero ghanés Mustapha Riga y se sacó un magistral toque que dejó sorprendidos a todos, al primero al meta local Andrés Palop, quien, adelantado, no pudo impedir que el balón se le colara por alto.

El 0-1 ayudó a los levantinistas a arroparse ante el meta serbio Vladan Kujovic y a controlar la situación ante un rival que pronto empezó a jugar contra el reloj y a intentar de cualquier manera poner la nuevas tabla en el marcador.

El dominio fue para los de Manolo Jiménez y fruto de ello llegó el empate, poco antes de cumplirse la media hora, tras un buen centro por la derecha de Jesús Navas y un buen cabezazo dentro del área chica del centrocampista malí Seydou Keita.

El empate no hizo más que acrecentar la presión sevillista sobre el área visitante, defendida por un equipo, el que entrena el italiano Giovanni De Biasi, que redobló sus esfuerzos para romper el ritmo del rival, sin que Riga y el hispano-suizo Alex Geijo tuvieran muchas opciones de sorprender la meta andaluza.

El monólogo local pudo tener su premio antes de que el partido llegara a su descanso, pero el tanto no llegó y todo quedó abierto para la segunda mitad.

En la reanudación, el Levante tuvo que dejar en los vestuarios al central brasileño Álvaro Luiz Maior, lesionado, y dejarle el puesto a Armando Lozano, quien casi no rompió a sudar cuando el brasileño Luis Fabiano vio con calidad puerta y marcó su vigésimo tanto liguero, lo que le refuerza como máximo goleador de la categoría.

El Sevilla, ya con el marcador a favor, mantuvo la posición en el campo y las ganas de poner más tierra de por medio ante un adversario que mostró carencias y que no dio la sensación y sobreponerse.

Pese a ello, el tanto local no llegaba y el 2-1 dejaba incertidumbre, y más cuando Riga hizo intervenir en dos ocasiones a Palop en lo que evidenció esa inseguridad defensiva que los de Jiménez evidencian a lo largo de la temporada.

El paso de los minutos no hizo más que acrecentar las preocupaciones de la grada, porque vio que el Sevilla había perdido totalmente el sitio y que el Levante lo tuvo claro en busca del empate, pues una y otra vez se acercó con peligro, incluso en una acción en la que Geijo reclamó penalty.

El agobio que pasó el Sevilla no fue a más y logró amarrar una victoria importante, a la vez que dejó con la miel en los labios a un Levante cada vez más cerca de Segunda.

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