viernes, 11 de abril de 2008

Crueldad final para S.M. El 'Geta'

Gracias por todo. Gracias, 'Geta'. La eliminación, una de las más crueles que se recuerdan en este caótico mundo del fútbol, no debe borrar de nuestras memorias la aventura de un equipo que se merece más que un monumento. El sueño azulón acabó en una pesadilla injustísima con el que menos se lo merece. Toni, en la última jugada de partido y con Kahn en el área contraria buscando el remate, finiquitó la maravillosa aventura del 'Geta', un equipo que inyectó a todos los españoles la ilusión por crecerse ante la adversidad, de creer en la página dorada. Se lo mereció. Pero, este juego, maltrató los destinos de una marea azul que se levantó ante todo tipo de adversidades y que desató la locura. Las lágrimas finales reconocerán el mérito de este bloque humilde.

Nada pudo con el Getafe hasta ese fatídico último minuto de la prórroga. El destino le colocó baches altísimos y los de Laudrup superaron todos menos el que supuso ese tanto de Toni que ni se creyó el Bayern. Este Getafe se quedó con uno menos en el 5' de partido, Uche se lesionó transcurrida la primera mitad, Ribery mandó el partido a la prórroga en el último suspiro del tiempo reglamentario y, al 'Geta', no le importó lo más mínimo. Superó todos los problemas, tocó el cielo en ese primer minuto mágico de la prórroga y acabó entre sollozos.

La cita, para recordar, nos tenía preparada una noche de época. El Getafe nos ganó el corazón acariciando esas semifinales que aguardaban a los de Laudrup. No hubo descanso. Desde el pitido inicial, la película del Coliseum y la proeza local fue tomando tintes épicos. De la Red, central este jueves al quedarse Belenguer en el banquillo, vio la roja directa cuando no se habían cumplido ni cinco minutos. El madrileño cortó una embestida de Klose y fue expulsado por un Bussaca, juez del partido, que no dio ni una. La expulsión, rigurosa, trastocó desde el inicio los planes de un equipo que se adapta a lo que sea, que no le importa lo que le venga por delante.

Desgracias a superar

Ribery avisó con un zapatazo a balón parado que se estrelló en el palo. El peso y la presión aumentó para un Bayern que confiaba en destrozar el partido en cualquier momento. No pisó el acelerador, sólo creó pánico con balones colgados al corazón del área y comprobó de primera mano cómo se desenvolvió un Getafe descarado. Los azulones juntaron líneas, esperaron atrás y no perdieron su esencia de buen gusto al montar la contra.

Las desgracias nunca vienen solas y Uche tuvo que retirarse del verde por lesión. El nigeriano dejó el campo por un tirón inapropiado y Laudrup recolocó el equipo después del giro que tomó tras la expulsión de De la Red. Cortés regresó al lateral, después de cumplir por momentos en el centro de la zaga, y Contra adelantó su posición en el costado diestro. Precisamente, el rumano, cuando la primera parte estaba quemándose, sorprendió a todos. Cosmin se lanzó al campo contrario sin miramientos y, tras marcharse de dos visitantes, se marcó un trallazo que batió a Kahn por arriba. El Coliseum se desató y el Bayern se marchó al descanso, impresionado, atónito ante el golpe por sorpresa del 'Geta'.

La segunda mitad no calmó nuestros corazones. En los primeros compases, Busacca anuló un gol de Toni, por una presunta falta a Belenguer, que avisó de que el coloso estaba en la batalla. El Getafe, algo más encerrado, aguantó el asedio alemán como pudo rozando la matrícula en todas sus líneas. La actuación de Casquero y Celestini en la medular merece capítulo aparte. El talaverano y el suizo completaron una cita para enmarcar, perfecta. Robaron, encimaron y sacaron al equipo cuando lo necesitaba.

De la gloria a la pesadilla más cruel

Los de Hitzfeld perdonaron de cara a puerta a base de casta y coraje y, como los grandes de este deporte, aparecieron cuando pocos hubiesen apostado un mísero euro por ellos. Los alemanes hicieron honor a su leyenda. El 'Geta' dejó pasar un par de estocadas al borde del final y Ribery, en el 89', aprovechó un mal despeje de Cortés para echarle al partido treinta minutos más. Al 'Geta' le dio igual. Comenzó la prórroga y protagonizó el minuto más bonito de su historia y uno de los más prodigiosos del fútbol español.

Casquero y Braulio colocaron, entre el éxtasis de todo Getafe y España entera, un 3-1 que hizo acariciar el sueño con las dos manos. Casquero cerró su prodigioso encuentro con un disparo celestial que tocó en el palo y que besó las redes de un Kahn abatido y pasado de vueltas. Segundos después, el 'ogro' alemán volvió a recoger el cuero de sus posesiones con el tanto de Braulio.

El Coliseum se veía en 'semis'; pero, de la nada, surgió el Bayern y el olfato de Toni. El italiano avisó aprovechando un tremendo error de un dubitativo Abbondanzieri y, en el 119', así de duro, cerró el capítulo de un equipo humilde que se codeó con uno de los más grandes y que tuvo en sus manos tocar el cielo continental. Aunque ahora cueste ver las cosas, el 'Geta' ha dado un paso al frente. Los equipos de leyenda necesitan superar y vivir varapalos como éste para crecerse. Gracias por todo.

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