domingo, 9 de marzo de 2008

Polémica reanimación maña

Partido loco en La Romareda en el que el Atlético salió mal parado. Ver a los rojiblancos se convierte en sinónimo de emoción. Esta vez la emoción fue frustrada: por la derrota, por la mala actuación de Ramírez Domínguez, por las propias miserias de los de Aguirre. Y de todo esto sacó provecho el Zaragoza. Estaban los maños como para desaprovechar una ocasión así. Pero, a pesar de los tres puntos, mucho tendrá que trabajar Villanova para mejorar un equipo que da demasiados síntomas de debilidad. De eso saben algo los del Manzanares.

Aún así, y a pesar de un nuevo partido para olvidar de Pablo, de un nuevo regalo de Simao cometiendo un penalti y de los diversos errores rojiblancos, sería injusto no mencionar la trascendental actuación de Ramírez Domínguez. Dos penaltis sobre Agüero no señalados por el colegiado resultaron decisivos para decantar la balanza del lado maño. Pero, aún con todo esto, el Atlético tuvo en su mano el empate. Lo del árbitro fue uno más de los innumerables despropósitos rojiblancos en La Romareda.

El partido fue de poder a poder y con distintas alternativas de ambos lados. Hubo ocasiones en las dos áreas, pero mientras que el balón solía ser de los maños, el peligro venía de las botas de los Simao, Forlán y compañía. La primera jugada para la polémica llegó pasado el primer cuarto de hora. Un Agüero inédito los noventa minutos, era agarrado por Paredes en un saque de esquina. El 'Kun' no tuvó su día pero estuvo presente en los dos errores de bulto de Ramírez Domínguez.

Falta de pegada rojiblanca

Los avisos de los de Aguirre se convirtieron en realidad cuando Simao la ponía con rosca lejos del alcance de César. Un bonito disparo del portugués (el mejor de los suyos) confirmaba el peligro rojiblanco. Agüero pudo sentenciar pero no era la noche mágica del Calderón. Como ya es costumbre, el Atlético lo pagó con un error propio y un gol con lazo y dedicatoria incluida. Pablo despejaba de manera defectuosa un córner y el balón terminaba en su portería.

De nuevo el 'Kun' evidenciaba su falta de acierto con un remate de cabeza a bocajarro que enviaba a los guantes de César. Otra vez fallaban los colchoneros y otra vez recibían un castigo demasiado duro. Simao se pasaba de frenada en una incursión de Sergio García (el mejor de los de Villanova) y dejaba a Ramírez Domínguez una decisión sencilla. Diego Milito hacía el resto.

Por si no fuera suficiente caer de esta manera, el trencilla pasó por alto otro penalti sobre el 'Kun' en el que Juanfran se lanzó muy acelerado para taponar un posible centro del argentino. Eso y otras dos ocasiones inmejorables de Forlán y Agüero ratificaron que no era la noche de los de Aguirre.

El Zaragoza respira y lo hace gracias al Atlético de las desgracias, al 'pupas' de las grandes ocasiones. El partido sirvió para mostrar las debilidades de dos equipos que , indudablemente, no pasan por su mejor momento.

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