jueves, 20 de marzo de 2008

El Barça se juega la vida...


El Barça tiene hoy la oportunidad de alegrar las vacaciones de semana santa a los culés y evitar que prosiga un martirio que parece eterno. Desde la disputa de la final del Mundial de Clubs en diciembre del 2006, el equipo de Rijkaard ha vivido un ‘vía crucis’ que esta noche podría interrumpirse en caso de alcanzar la final de la Copa del Rey. Para conseguir este objetivo, los barcelonistas deben superar el 1-1 del partido de ida en el Camp Nou. Un resultado a priori favorable al Valencia, pero perfectamente remontable para los blaugranas.

Frank Rijkaard expondrá sus cartas más fiables y, desgraciadamente, Ronaldinho ya no es su mejor as. El brasileño dejó de entrenarse con sus compañeros el pasado jueves y hasta que no salió el comunicado médico revelando que no sufría una lesión muscular no se puso nuevamente las pilas. El martes trabajó en doble sesión y ayer se incorporó al resto del grupo.

Sin embargo, su gesto llegó demasiado tarde y Rijkaard le dejó fuera de la convocatoria. Los compañeros que sufrieron juntos en Almería y el recuperado Touré habían hecho más méritos para formar parte de la relación de 16 convocados para un partido a vida o muerte y en el que el lucimiento personal no tiene cabida.

La responsabilidad recaerá en los dos únicos ‘fantásticos’, Eto’o y Henry, que quedan en el equipo –Messi continúa en Argentina– para intentar tumbar a un Valencia que también afronta el encuentro bajo una gran presión, incluso más grande que los barcelonistas ya que es la única competición que les puede salvar una temporada calamitosa. Las cabezas de Ronald Koeman y la de más pesos pesados de la plantilla podrían rodar en caso de sufrir otro atropello como el de la Liga cuando el Barça se impuso en Mestalla por 0-3.

Los hombres de Rijkaard llegan con las espaldas teóricamente mejor cubiertas porque aún mantienen intactas sus opciones en la Champions League, aunque a nadie se le escapa que un KO copero sería un golpe muy duro de digerir. La directiva que preside Joan Laporta es plenamente consciente de que el entorno puede estallar con una eliminación y por ello ofreció a los jugadores una prima especial en caso de superar esta ronda. El presidente arengó a los futbolistas en el vestuario tras la sesión del martes para que se dejen la piel en Mestalla y, por su puesto, no se repita un desastre similar al del partido de vuelta de la semifinal de la pasada campaña en Getafe.

RONALDINHO SE HABIA REIVINDICADO

La ausencia de Ronaldinho coincidió con la salida a la luz pública de unas declaraciones efectuadas antes de la última polémica por su ausencia en Almería en la edición alemana de la revista ‘Vanity Fair’. El jugador mostró unas ganas que últimamente se han echado de menos y afirmó que “el Barcelona sólo puede ganar grandes títulos con un Ronaldinho fuerte. Sin títulos la vida es aburrida y, si no juegas, además es muy, muy frustrante. Así no se puede seguir”. Ronaldinho, además, ofreció su cara más agria cuando arremetió contra la prensa y aseguró que “me pueden derribar, pero no me podrán destruir”.

En cuanto a su futuro, el brasileño aseguró que su meta “es ser campeón con el Barça, cueste lo que cueste. En este club tengo un futuro estupendo. Los chicos son mi familia. Me gustaría quedarme y haré todo lo posible por subir otra vez arriba del todo”. Una declaración de intenciones ante la que no podrá responder hoy en el césped de Mestalla. Otros serán los que intenten sacar las castañas del fuego.

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