lunes, 25 de febrero de 2008

Febrero negro



La derrota del Real Madrid en su estadio ante el Getafe y, sobre todo, que el Barcelona le haya recortado siete puntos en cuatro jornadas ha hecho saltar las alarmas de la preocupación en la casa blanca. La plantilla ha pasado de la seguridad en sí misma gracias a su cómoda ventaja, a tener a los azulgranas llenos de moral soplándoles en el cogote.

Atrás ha quedado el gran partido del Camp Nou, en el que parecía estar finiquitada la Liga cuando el Madrid subió la diferencia a siete puntos dando un recital defensivo y una contundencia ofensiva propias de un equipo campeón. Eso fue antes de navidad. Desde entonces los blancos han disputado hasta la fecha doce encuentros (8 de Liga, tres de Copa y una de Champions) en los que han acumulado seis triunfos y otras tantas derrotas. Demasiados tropiezos para un equipo que mostraba una rectitud asombrosa.

Si el conjunto blanco demostró durante la primera vuelta una solidez apabullante, en la segunda está sembrando muchas dudas. Durante las 19 primeras jornadas el Madrid sólo encontró resistencia en cuatro, de las cuales hincó la rodilla en dos (Espanyol y Sevilla). Sus números iban camino de batir todos los récords.

Sin embargo, la segunda vuelta está siendo otra cosa. A pesar de comenzar como lo hizo en agosto, con dos victorias sobre el Atlético y el Villarreal, las cosas se han torcido. En seis jornadas, los de Schuster ya acumulan más derrotas que en lo que llevaban de campaña y sólo se han dejado un punto menos que en toda la primera vuelta. El apartado goleador está parejo (14 por 13 tras seis partidos), pero no así los encajados. Casillas ha recibido ya la mitad de los goles (7) que sacó de su red en los 19 primeros partidos (14).

Schuster y las segunda vueltas

Estos datos han provocado que todo el mundo se acuerde de Schuster y las segundas vueltas de sus equipos. Al técnico alemán no le hace mucha gracia que se le recuerde este aspecto, pero lo cierto es que los números no son muy halagüeños. Sólo en su primera temporada en el Getafe sacó más puntos en la segunda parte del campeonato (25 por 29).

Tanto el año pasado con el cuadro azulón (29 por 23) como sus dos temporadas en el Xerez (39 y 30 por 27 y 28, respectivamente) y la que estuvo en el Levante (21 por 14), Schuster vio cómo sus equipos bajaban de revoluciones. Ahora comienza a pasarle en el Madrid, un club donde el tiempo no vale oro, sino platino. La ventaja sigue siendo blanca, pero hay algo en lo que el Madrid va por detrás del Barça y que, a estas alturas, puede ser más importante que los puntos: el factor psicológico.

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