La consideración de 'favorito' que en Madrid se atribuyen para los octavos de final de la Champions League es vista por parte de los jugadores del equipo italiano como un signo de menosprecio hacia ellos. Roma arde, y no por culpa de Nerón, sino por el partido Roma-Real Madrid, correspondiente a los octavos de final de la Champions League. Los tifosi están deseando con ganas la fecha del partido. Tanto, que se prevé que para el partido de ida el Estadio Olímpico de Roma batirá su récord de recaudación.
Que los precedentes sean favorables al conjunto blanco no ha hecho empequeñecer los ánimos italianos, sino todo lo contrario: los giallorrosi tienen ganas de venganza. Los aficionados de la Roma no olvidan los repetidos intentos que ha realizado el club español por llevarse a Totti como tampoco la soberbia con la que tanto Ramón Calderón, presidente del Real Madrid, como Pedja Mijatovic, director general deportivo de la entidad merengue, hablan sobre la eliminatoria.
Alessandro Mancini, defensa del conjunto romano, no dudó en asegurar ayer en rueda de prensa que "cometen un error si piensan que el Madrid es el favorito. La Roma también es un grandísimo equipo, con la personalidad y las ganas justas de vencer. Tenemos una gran oportunidad y no la vamos a desaprovechar".
Otros jugadores que también en los últimos días se han referido a la eliminatoria europea han sido el ex madridista Cicinho, que no vaciló al afirmar que la Roma "eliminará al Real Madrid", además de comentar que considera que el equipo de Schuster tiene "un 10% de posibilidades" de pasar; y el ex azulgrana Ludovic Giuly, que dijo que si marcaba "un gol al Real Madrid, se lo dedicaré a los aficionados del Barça", como plus de motivación.
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