Desbaratando apuestas y alentado, quizá, por los bramidos de un Reebok Stadium que por primera vez en la temporada conseguía llenarse, fue el Bolton, el anfitrión humilde y pequeño que quería, tan sólo, divertirse, el conjunto que asumió de forma clara las riendas en los primeros minutos de enfrentamiento.Frente al arranque británico, el Atleti, con una formación que no difirió mucho de la empleada por Aguirre en El Sardinero, en Santander, el pasado domingo, esgrimió un juego plano, descafeinado, y con el que la plantilla española no consiguió, ni de lejos, ponerse al mando.El equipo del mexicano Aguirre no impresionó y el Bolton se negó a dejarse vencer por la presión. La batuta, en el once "British" la llevó Matt Taylor, más que correcto en el ataque, y un jugador que molestó en repetidas ocasiones a la zaga de Aguirre.Si se esperaba ver un Atlético de Madrid fuerte, enfilado tras la inyección de moral que recibió en El Sardinero, fueron los de Gary Megson los que movieron más el balón y crearon la mayoría de las ocasiones en la primera parte.Y es que tan sólo les llevó a los "Whites" 20 segundos buscar la portería de Abbiati con llegadas del imparable Taylor, uno de los nuevos fichajes de Megson en el mercado de invierno, que abortaba con precisión el meta italiano.Una clarísima falta cometida por el senegalés El Hadji Diouf sobre el brasileño Simao y que le costó al africano la amarilla -tuvo suerte de librarse de una roja- desembocó en un lanzamiento libre que asumió el ex del Arsenal José Antonio Reyes y que paró de forma magistral el meta finlandés Jussi Jaskelainen, abortando una magnífica ocasión de gol para los españoles.Mientras que los Wanderers delimitaban su territorio, y el jugador español del Bolton, Iván Campo -ex del Real Madrid- se movía con seguridad por el centro, el Atleti buscaba la forma de sentirse cómodo.El inglés Kevin Davies lograba en el minuto 30 inquietar al conjunto español con otro amago más que decente para los Wanderers, mientras que el nórdico Jaaskelainen despejaba con alguna dificultad un centro enviado por el uruguayo Diego Forlán al corazón del área.Poco antes del paso por vestuarios, una violenta entrada de Taylor a Antonio López dejó en el suelo momentáneamente al lateral derecho del once español, que pudo pese al golpe reanudar el juego.Un pequeño descuido del Bolton, dejó al internacional portugués Simao atentar contra los feudos locales, con un balón lanzado desde el extremo del área que terminó desviándose.El Atlético de Madrid arrancó el segundo acto con cierta confusión en su área, con un instante de caos entre Abbiati y Pablo, que casi culmina en un gol gratis para su anfitrión.Solucionado el percance, el conjunto español trató de ganar en ritmo, quiso apretar, pero los Wanderers estaban embalados.Como un calco del guión de la primera parte, Taylor no cejó en su empeño por encontrar las mallas del cancerbero italiano del Atlético de Madrid, quien, sólido, despejó cada embestida del inglés.El Atlético no entonaba, y el Bolton continuaba derrochando aplomo, ahora con una internada de Danny Guthrie que llevaba peligro.Con Aguirre intranquilo observando a sus hombres buscar la pelota, el uruguayo Diego Forlán, ex del Manchester United, gozó de una buena ocasión con un zurdazo desde dentro del área al que no llegó Jaaskelainen, pero que se estrelló contra el poste.El técnico mexicano reaccionó sacando al argentino Kun Agüero en lugar del español Reyes. Y el Atleti pareció reaccionar con la presencia de argentino, si bien continuó sin atinar en la meta del Bolton.Duró poco. Instantes después de que Aguirre sacara a José Jurado ante una lesión del brasileño Simao, llegó uno de los momentos más polémicos de la noche al mostrarle el colegiado danés Rasmussen a Agüero la roja por protestar o por decirle algo al juez de línea.La moral del Atleti se resintió ante la dureza del castigo del árbitro y el Bolton aprovechó la coyuntura para ponerse por delante. Lo hizo con una jugada del senegalés Diouf en el minuto 74.Fueron sólo tres minutos que cavaron la tumba el Atleti. El silbato final sonó con un marcador que sonreía a los Wanderers. Lo había anticipado Iván Campo: el Bolton, hoy, no regalará nada.
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